Estamos en días tristes de guerra, en los que se vulneran los derechos de las personas, desde el más importante derecho a vivir, hasta los que permiten buscar la felicidad propia y la de las personas cercanas.
De forma colateral estamos viviendo efectos que se extienden por la aldea global que es el mundo y que en ningún caso pueden compararse con los que han cambiado radicalmente la vida de las personas en el centro del conflicto en tan solo 1 mes.
La energía es un acompañante de todas las acciones humanas que no podrían realizarse sin ella y como tal es una vía de transmisión de todos los efectos de estas acciones, permitiendo nuestro recorrido vital unas veces y limitándolo de forma significativa otras.
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Se puede obtener más información sobre energía en la página del IDAE.
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