Asistimos a una movilización de todo el entorno sanitario en relación con la sobrecarga de un sistema que habiendo sido uno de los mayores logros de la España democrática, hemos visto cómo ha sufrido una progresiva descapitalización, en especial en el conjunto de la Atención Primaria. El momento actual es el último capítulo de una historia que lleva mucho tiempo desarrollándose, agravada por los efectos de la pandemia COVID que ha dejado heridas muy profundas. Hace 8 años publiqué este artículo en el Diario de Ávila y me parece que refleja los elementos estructurales de este problema.
“Ya viene la gripe”…
… y según entra, primero por Galicia y la cornisa Cantábrica, va poniendo en crisis a los sistemas sanitarios que la reciben, continua extendiéndose al resto de España y a su paso va extendiendo la crisis en la respuesta de los sistemas de salud de las diferentes comunidades autónomas.
En esta época coinciden elementos estacionales con el frio y una propagación epidémica con un ascenso muy rápido del número de afectados, millones en toda España en un periodo de 1 mes. Esto ocurre todos los años, pero en estos últimos años se suma un factor estructural derivado del proceso de recortes en los presupuestos de los Sistemas de Salud.
En España desde la llegada de la democracia los ciudadanos con nuestro esfuerzo y a través de las instituciones y leyes de las que nos hemos dotado, hemos ido mejorando nuestro nivel de vida, hemos ido aumentando los recursos destinados a la Salud, desarrollado sistemas organizativos con leyes y su aplicación posterior, y por supuesto ha ido aumentando el conocimiento médico de manera importante. El resultado de esto ha sido una mejora sustancial en el nivel de Salud de las personas, hasta el punto de que un indicador como la esperanza de vida pasó en estos casi 40 años de 72 a más de 82 años, habiendo en el mundo solo 3 países (Japón, Suiza e Islandia) que la superen. Esto implica la posibilidad de pasar 10 años más con nuestros seres queridos, con nuestros amigos, nuestras ilusiones y disfrutando de la vida, pues la calidad también ha mejorado, gracias al acceso a recursos de salud y medios de vida.
Podríamos pensar que de acuerdo a estos resultados nuestro sistema sanitario estaría entre los 4 más costosos del mundo y sin embargo no es así. Aunque la financiación ha ido aumentando hasta el año 2010 nunca ha superado los 3000 dólares de gasto por persona y año. Cuando al menos 20 países de nuestro entorno y de otras partes del mundo superan este coste de manera significativa, doblándolo o triplicándolo, Italia, Francia, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Bélgica… , no digamos Noruega, Suiza o Estados Unidos que pueden llegar a los 9000 dólares por persona y no consiguen resultados mejores.
Hay una afirmación de los expertos en economía sanitaria que dice que los sistemas de salud de países con un nivel aceptable de desarrollo mejoran significativamente con la inversión hasta que llegan al 10% del PIB (producto interior bruto), cuando superan en su financiación este nivel entran en una situación de rendimientos decrecientes, no consiguiendo unos resultados acordes con la inversión realizada y revelan la existencia de ineficiencias en el funcionamiento y la gestión. España además de los buenos resultados en Salud nunca ha superado el 10% del PIB, Alemania por ej está en el 11.3% Francia en el 11.6 y Estados Unidos en el 17%, teniendo en cuenta, además, que estos países tienen un PIB, más alto que España (o sea son más ricos). Con esto queremos decir que nuestro sistema de Salud en el año 2010 era un sistema con muy buenos resultados en Salud con un coste aceptable, o sea que era, en general, más eficiente que el de los de los países de nuestro entorno, y por supuesto también más eficiente que otros sectores de nuestro propio país, no contribuyendo a la deuda y al déficit que nos asola actualmente.
Sin embargo desde el año 2010 se están produciendo recortes en el sistema cuya financiación no solo ha dejado de crecer sino que está disminuyendo, de manera que ha llegado a bajar un 11% en los presupuestos del 2013 respecto a los del 2010, y el porcentaje de gasto en relación con el PIB ha caído del 9.6% acercándose al 9% (y eso teniendo en cuenta que ha caído el PIB).
¿Qué resulta de todo esto? Que el sistema se descapitaliza, pues no se puede hacer funcionar con menos recursos y con el mismo resultado algo que ya es bastante eficiente, empieza a flaquear y entra en crisis con más facilidad porque no tiene reserva funcional para adaptarse a un aumento de los requerimientos.
Entonces se dispara la lista de espera quirúrgica, la media en España en 2010: 65 días, en 2011: 73 días, en 2012: 100 días y cuando llega una epidemia como la gripe, que afecta a un número muy grande de personas y descompensa los problemas de salud de los pacientes crónicos y ancianos, se produce una crisis de funcionamiento como la que estamos soportando estos días, no pudiendo dar respuesta de manera adecuada a los necesidades de los ciudadanos.
En el Centro de Salud de Ávila-estación, desde el 22 de diciembre del 2014 hasta el 30 de enero del 2015, se han dejado sin cubrir 50 consultas, por la ausencia de los titulares, correspondientes a 25 días. Esto supone 2 consultas cerradas al día, intentando derivar los 40 pacientes de cada una al resto de compañeros. Pero como estos tienen lleno el cupo con sus propios pacientes, se les tiene que dar cita para otro día, salvo que los pacientes consideren que no pueden esperar y se les intenta ver, a salto de mata como urgencia, entre los pacientes citados. En pocos días se genera un bucle que hace entrar en crisis al sistema, las personas que no pueden ser vistas acuden a los servicios de urgencias ya sobrecargados y se desbordan, algunas personas en la espera de atención se pueden descompensar y todo esto se realimenta. Los recortes han agotado la reserva funcional del sistema que impide su adaptación a los aumentos de presión asistencial.
¿Cómo se concreta en un ejemplo? El miércoles 14 de enero tras acabar de ver los pacientes citados y alguna urgencia intercalada a lo largo de la mañana, casi a las 3 de la tarde, tuve que atender 5 pacientes urgentes que esperaban, 2 de los cuales derivé a urgencias del hospital e intenté hacer algunas gestiones para organizar la atención en los días sucesivos. Cuando acabé a las cuatro de la tarde salí con 4 avisos a domicilio de pacientes ancianos y patología múltiple y llegué a comer a casa a las 7 de la tarde. Menos mal que en la última visita me hicieron un bocadillo.
No hay ninguna duda de que los recortes hacen tambalear al sistema a la menor y reducen su capacidad de respuesta. Pero ¿Qué es lo que se ahorra? Pues el 11% que comentábamos antes supone unos 6000 millones de euros, que es mucho para el sistema, produciendo problemas como los comentados pero es el “Chocolate del loro” para cubrir los rescates de la banca, las inversiones desorbitadas e innecesarias que nos han empeñado en estos años, los fraudes a la hacienda pública en paraísos fiscales, los pagos por corrupción, etc. Resulta que la cuantía de los intereses que nuestra deuda genera, a pesar de la rebaja en los tipos, es de unos 6000 millones de euros.
O sea que lo que se obtiene de los recortes de sanidad, con todos sus efectos negativos, solo da para pagar los intereses del desfalco a que hemos estado sometidos la mayoría de los ciudadanos de España por parte de un grupo minoritario entre privilegiados, corruptos e incompetentes.
¿Y nos vamos a quedar así los que nos llaman mayoría silenciosa? Sin decir nada, aguantando, tragando y algunos sufriendo.
Yo hago un llamamiento a todos los ciudadanos, a los que nos quieren callados, a que hablemos, a que mandemos cada uno nuestra carta a nuestro presidente del gobierno para decirle cuáles son nuestras prioridades para emplear el dinero que es de todos. Para pedir el respeto, promoción de la salud y protección de nuestro sistema sanitario.
“La gripe se irá y alguno se llevará”. ¡Pero tenemos que conseguir que nos escuchen!
Ávila 16 de enero de 2015
Francisco del Río Fernández, Médico de Familia
Adjunto foto del periódico
¡YA VIENE LA GRIPE! 16 de enero de 2015
Estoy totalmente de acuerdo con el artículo y que triste que siga vigente a día de hoy y mucho más agravado el tema
un abrazo desde la distancia
Muy bueno y totalmente aplicable a la situación actual